Saltar al contenido
Inicio » Artículos de interés » Contraindicaciones del masaje abdominal: ¿Cuándo evitarlo y por qué?

Contraindicaciones del masaje abdominal: ¿Cuándo evitarlo y por qué?

Cuando un cliente me pregunta si el masaje abdominal tiene contraindicaciones, mi respuesta siempre es clara: sí, las tiene, y conocerlas es tan importante como entender sus beneficios. Este tipo de masaje puede estimular la digestión, reducir la hinchazón y mejorar la circulación, pero también puede ser riesgoso si se aplica en situaciones inadecuadas.

Contraindicaciones del masaje abdominal

En este artículo te explicaré cuáles son las contraindicaciones del masaje abdominal, por qué existen y qué precauciones debes tener antes de realizarlo. Mi intención es ayudarte a identificar cuándo este tratamiento es seguro y cuándo es mejor evitarlo o buscar asesoría médica.


¿Qué es el masaje abdominal y para qué se utiliza?

El masaje abdominal es una técnica manual enfocada en la zona del abdomen, cuyo propósito es estimular los órganos internos, mejorar la digestión, aliviar gases, activar el sistema linfático y promover el tránsito intestinal.

Durante una sesión profesional, aplicamos movimientos circulares, presiones suaves y maniobras específicas que buscan relajar los músculos abdominales y facilitar la eliminación de toxinas. Sin embargo, debido a la cercanía con órganos vitales y estructuras sensibles, no siempre es recomendable aplicarlo.


Contraindicaciones del masaje abdominal: cuándo no debe realizarse

A continuación, detallo las principales contraindicaciones del masaje abdominal, explicando por qué se deben evitar en cada caso. Este conocimiento es fundamental tanto para terapeutas como para usuarios que buscan resultados seguros.

1. Embarazo o sospecha de embarazo

Durante la gestación, especialmente en el primer trimestre, el masaje abdominal está totalmente contraindicado.
El riesgo principal radica en que la presión o manipulación podría estimular contracciones uterinas o afectar el desarrollo fetal.

Si la persona embarazada busca alivio de tensión, existen técnicas alternativas, como el masaje prenatal, que se centra en espalda, piernas y cuello, evitando completamente la zona abdominal.

2. Menstruación activa

Durante el ciclo menstrual, el útero se encuentra más sensible y la zona abdominal puede estar inflamada. Un masaje en esta etapa puede aumentar el flujo sanguíneo y el dolor pélvico, generando incomodidad o incluso sangrados más abundantes.

En este caso, se recomienda posponer la sesión o enfocarla en otras partes del cuerpo hasta que el ciclo haya terminado.

3. Enfermedades digestivas agudas

Condiciones como gastritis severa, colitis, apendicitis, diarrea o estreñimiento doloroso son situaciones en las que el masaje abdominal no debe aplicarse. Manipular el abdomen con inflamación interna puede agravar los síntomas o provocar complicaciones.

En estos casos, lo correcto es esperar la recuperación o contar con aprobación médica antes de reanudar cualquier tratamiento manual.

4. Hernias abdominales o umbilicales

Las hernias implican la salida de una parte del intestino o tejido a través de la pared abdominal. Aplicar presión o fricción en la zona puede empeorar la lesión o causar dolor agudo. Por tanto, es una contraindicación absoluta. Solo un médico puede autorizar un masaje terapéutico en áreas no comprometidas, y siempre con extrema precaución.

5. Cirugías recientes

Después de una cirugía abdominal como cesárea, apendicectomía o laparoscopia—, la zona necesita tiempo para sanar y formar tejido cicatricial estable. Un masaje prematuro podría afectar los puntos de sutura, abrir heridas internas o causar inflamación.

Generalmente se recomienda esperar entre 6 y 8 semanas, y aun así, debe realizarse únicamente bajo supervisión médica o fisioterapéutica.

6. Infecciones o procesos inflamatorios

En casos de infecciones intestinales, peritonitis o cualquier inflamación interna, el masaje puede dispersar bacterias o agravar la inflamación. El masaje abdominal está contraindicado hasta que el proceso infeccioso haya sido controlado completamente.

7. Cáncer abdominal o pélvico

El masaje abdominal no debe aplicarse en pacientes con cáncer en órganos internos del abdomen o pelvis, salvo que lo indique un oncólogo o fisioterapeuta especializado. El riesgo radica en que la estimulación del flujo sanguíneo podría alterar el curso del tratamiento o generar dolor en tejidos comprometidos.

8. Hipotensión severa o problemas circulatorios

En personas con presión arterial baja o trastornos circulatorios, el masaje abdominal puede provocar mareos, náuseas o sensación de desvanecimiento. Esto se debe a que la manipulación activa la circulación sanguínea y puede modificar momentáneamente la presión.

9. Dolor abdominal de origen desconocido

Cuando el origen del dolor no está claro, nunca se debe realizar un masaje abdominal. El dolor puede ser síntoma de una afección grave como apendicitis, cálculos biliares o incluso aneurisma. En estos casos, lo más seguro es suspender cualquier masaje y acudir al médico.

10. Trastornos ginecológicos o inflamatorios pélvicos

En patologías como endometriosis, miomas o enfermedad inflamatoria pélvica, la presión manual puede aumentar la molestia o el sangrado. Antes de aplicar un masaje abdominal, es indispensable contar con valoración ginecológica previa.


Cómo aplicar el masaje abdominal de forma segura

Para quienes no presentan ninguna contraindicación, el masaje abdominal puede ser altamente beneficioso. Estas son algunas recomendaciones que aplico en mi práctica profesional:

  • Evaluar siempre el estado de salud del cliente antes de la sesión.
  • Usar presiones suaves y movimientos circulares en sentido horario, siguiendo el recorrido del colon.
  • Evitar zonas sensibles o con molestias.
  • Hidratar bien antes y después de la sesión, ya que favorece la eliminación de toxinas.
  • Consultar siempre con un profesional certificado, especialmente si existen antecedentes médicos relevantes.

Conocer las contraindicaciones del masaje abdominal es fundamental para aprovechar sus beneficios sin poner en riesgo la salud. No se trata solo de aplicar una técnica, sino de entender cómo responde el cuerpo.

En mi experiencia como masoterapeuta, un masaje bien indicado puede mejorar la digestión, reducir el estrés y favorecer la función intestinal. Pero uno mal aplicado puede generar molestias o complicaciones innecesarias. Por eso, siempre recomiendo acudir a profesionales certificados que realicen una valoración previa antes de cualquier sesión.


Fuentes

  • American Massage Therapy Association (AMTA). (2022). Massage Contraindications and Precautions. Recuperado de https://www.amtamassage.org
  • Field, T. (2016). Massage Therapy Research Review. Complementary Therapies in Clinical Practice, 24, 19–31.
  • Fritz, S. (2020). Fundamentals of Therapeutic Massage (7th ed.). Elsevier Health Sciences.
  • Salvo, S. (2018). Massage Therapy: Principles and Practice (6th ed.). Saunders.
  • National Center for Complementary and Integrative Health (NCCIH). (2023). Safety of Massage Therapy. Recuperado de https://www.nccih.nih.gov

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *